Si algo decían nuestras abuelas es que de la experiencia se aprende, y si uno consigue estar un poco atento a lo que le ocurre en la vida acaba sabiendo cada vez mejor lo que se le da bien y lo que verdaderamente tiene ganas de hacer. Hoy en día, un mensaje así de optimista quizás lo asociemos a un libro de autoayuda de supermercado o a un meme condescendiente de la red, pero si lo aplicamos a Fun Records su sentido gana enteros en otro terreno: suena la mar de bien.

Efectivamente, un proyecto con este nombre tiene que haber surgido de alguien que tiene claro lo que más le apetece hacer y se ha lanzado a por ello: editar y producir discos para pasárselo gozarlo, para pasárselo muy bien. Al hacerlo, puede que logre solazarse aportando a la cambiante y exigente industria de la electrónica algo de frescura sin pretensiones desmedidas y con el ritmo calibrado para continuar bailando, dejándose llevar.

Ya sabéis cómo va la cosa: cuando el artista se lo pasa bien y actúa con honestidad, raro sería que nosotros, que estamos al otro lado de la pista o expectantes con los auriculares puestos, no hiciésemos lo mismo. Si las emociones se contagian pero nos gustan más las positivas, imaginaos el efecto balsámico que desprende Fun Records. Tratad de imaginar las ganas, la dedicación y el tacto que sus fundadores, Mauricio Barembuem (Barem) y Alexis Cabrera, le han dedicado al proyecto desde que juntos encontraron ese momento, el que te dicta que ha llegado la hora de desprenderte de algunas pesadas cargas y de ritmos ajenos y apostar por tus ideas y por un sonido definitorio y que de sentido a tu creatividad. Ahora sí, nunca mejor dicho, Turn On The Fun.

Hay muchas maneras de imaginar la diversión, pero en la música electrónica, si pensamos en lo que nos llega a nivel visual (anuncios, vídeos, promos, festivales, etcétera), afirmaremos que gana el cliché fotográfico de "mucha gente en un club estándar (luces, barras, alguna pantalla, todo anodino) levantando los brazos, sonriendo, con las chicas luciendo escote y los chicos porteando una sonrisa de no-fumador y algún que otro musculito bronceado". Y los publicistas que mueven grandes marcas de alcohol o, yo que sé, coches, se quedan tan tranquilos y cobran su pasta. Pero nosotros, lejos de quedarnos tranquilos, nos preguntamos si hay algo más. Claro que sí, y son las fiestas en las que ya hemos estado: esas que hacías al salir del cole y duraban hasta que algún mayor venía a la casa de tu colega y te arrastraba ante un plato de verdura. Esas fiestas en las que tres horas eran un universo de posibilidades y en las que te parecía estar trasnochando solo porque se había hecho de noche y todavía no te habían pasado a buscar a la hora de la cena.

No hay mejor remedio contra la pesadez de las responsabilidades adultas que lograr un regreso, ni que sea durante un rato, al estado mental más espontáneo y enérgico del niño cuando se pone a jugar. Y no invento nada diciendo esto, claro que no. De hecho, Dostoyevski lo expresó infinitamente mejor:

«Amigos míos, pedid a Dios la alegría. Sed alegres como los niños, como los pájaros del cielo» 

Fiódor Dostoyevski (sin duda apoyaría la gráfica de Fun Records)

Como también saben algunos filósofos expertos en quotes (como Aristóteles en su Ética a Nicómaco), la amistad es determinante a la hora de pasarlo bien. La sincronía, la confianza y eso, la fiesta. Y por algo será que Alexis Cabrera, argentino al igual que Barem, se asentó en Europa (en tierras berlinesas, para así, entre otras cosas, poder estar junto a Barem, que reside en Suiza pero suele moverse por Berlín como el confeti en una fiesta) hace dos años y ahí avanzó Fun Records hasta su lanzamiento en 2015. La mayoría de artistas dicen que, a la hora de producir, pueden trabajar a distancia sin problema para hacer remixes y otras colaboraciones, pero nadie (no hace falta ser dj para decirlo) cambiaría la amistad de carne y hueso por una únicamente digital. De la sintonía y colegueo que ya tenían anteriormente ambos artistas (los dos recibieron, en su momento, el apoyo de artistas como Paco Osuna), los tenemos compartiendo continente y ciudades y tramando un proyecto que, en vez de plantearlo con delirios de grandeza y ambiciones exageradas, lo plantean como el punto creativo necesario para no caer en la modorra ni en el aburrimiento.

Porque Barem ha comentado en diversas entrevistas que, si bien su etapa en Minus (el enorme sello de Richie Hawtin que encauzó buena parte del techno minimalista durante su auge reciente a mediados de la primera década de los dosmil) fue brutal y mágica, la limitación que sentía al no poder producir música más allá del minimal (con toques más house, por ejemplo) era frustrante por momentos. De esa época se lleva todo lo positivo y no reniega de ello, sencillamente, quería hacer algo nuevo, experimentar y jugar sin sentir que se estaba perdiendo él mismo porque no podía acabarse de encontrar. Su álbum After The Storm,  editado por Minus en 2011, supuso para él una revelación determinante: por un lado, lograba un nivel técnico y un espacio consagrado dentro del techno austero y, por el otro, el globo de su ilusión por la producción se pinchaba y se quedaba sin aire para seguir por ese lado. Por eso, en parte, se pasó del live al dj set y se dijo, no obstante, que continuaría produciendo pero no por obligación ni por tener la ansiedad de seguir presente en los medios y en los charts a cualquier precio.

Como decía en el primer párrafo de este post (y suscriben muchas abuelas around the world), con la experiencia y el hecho de tener que atravesar inevitablemente momentos de todo tipo, uno puede ir perfilando hacia dónde cree que se sentirá más cómodo y mejor. Sin renunciar a Minus y manteniendo la amistad con toda la crew, desde Magda a Hawtin pasando por Marc Houle, Barem sabía que después de la tormenta y cierto aborrecimiento por el estudio, tarde o temprano volvería a producir. Y así llegaron, por ejemplo, sus primeros resultados con aires renovadores en forma de EP y con perfume de house: sin aspavientos, con melodías lanzadas por teclados y loops que tendían al sonido analógico y seguían con un gusto por la contención (una cosa es abrir tu estilo al producir y la otra es irte por las ramas y sacar una trompeta y una voz diciendo pump up the volume, ya me entendéis) y con esos graves contundentes y únicos que tan importantes ha considerado desde sus inicios y que comentamos en la entrevista que pude hacerle el año pasado, cuando florecía Orchids en Rhythm Cult:

Barem: Sinceramente, hasta principios del 2014 pasado estaba muy aburrido. No tenía muchas ganas de viajar y sentía que siempre era lo mismo. Me estanqué en un nivel en el que estaba cómodo y me dejó de resultar interesante. Es de lo peor que te puede pasar en lo que hacemos nosotros.

Como buenos taoístas, nos aferraremos a la idea de los ciclos vitales, y así dos años después del comprensible (e indeseable) aburrimiento de Barem, otro capítulo se materializaba a medida que Alexis Cabrera y él charlaban acerca de qué es lo que echaban en falta y qué podrían montar para resolverlo frontalmente: basta de colores negros, de oscuridad porque sí, de sobriedad:

Fun Records aprovecharía la experiencia y la trayectoria de los dos (tanto en el formato live indispensable para Alexis Cabrera como el intenso retorno de Barem a los dj sets) como catapulta organizadora de fiestas en clubes y otros eventos que fuesen surgiendo con curiosidad por la idea y ganas de tener a un público dispuesto a bailar electrónica de calidad sin estar pendiente del Top 100 de turno o un techno tan industrial como pasarte 2 semanas encerrado en la Fábrica SEAT de Mataró.

Eso sí, además de ellos dos y como diem en català: com més serem, més riurem. Es decir, que si estás disfrutando de la fiesta en cabina y además también pincha un buen amigo tuyo, tu energía lo nota positivamente, tu amigo también y el público se viene todavía más arriba. Tras escuchar las palabras de Barem, Magda o Troy Pierce, uno piensa que si Richie Hawtin, quizás cuando el formato Minus se estaba agotando, hubiese tenido ya algo de la idea de ENTER y hubiese incorporado artistas afines, la fiesta hubiese durado mucho más, hubiese seguido siendo Fun.

Volvamos a nuestro globo hinchable y a su ritmo, porque es importante: el plan de lanzamiento de Fun Records iría con la calma, sin prisas ni presiones. Evitar que la ansiedad por hacer las cosas que te gustan acabe girándose en contra y te provoquen un chute de estrés inesperado es un arte que requiere varios avisos malrolleros para que te lo tomes en serio: me pongo a mí mismo y a mi sistema nervioso por testigos.

Pero el proyecto del sello venía ya vacunado y resistente a este tipo de vendavales aguafiestas (nunca mejor dicho), y por eso, a día de hoy, ha salido ya la segunda referencia y son ya varias las fiestas que se han celebrado en distintos lares de, planeta. En una entrevista de principios de año para un medio argentino (LOQUEVA.com), Alexis Cabrera respondía, al ser preguntado por cómo se veía en 5 años: «queremos tomarlo todo con calma con tiempo y estar bien seguros de cada edición, así que seguramente en 5 años vamos a seguir con los globitos».

Los 2 primeros lanzamientos de Fun Records:

1. Turn On The Fun EP | Barem & Alexis Cabrera | Fun Records| Julio 2015

Simplificando mucho lo que significa lanzar un sello para un artista, podríamos dividir en dos el planteamiento inicial: un sello en el que únicamente se busca potenciar artistas afines y/o desconocidos (y el creador queda, en este sentido, en un segundo plano) o por otro lado, utilizar el sello como un medio en el que el propio artista pueda producir, experimentar y lanzar su música a través de su sello. Por supuesto, también se puede combinar ambas intenciones, y los fundadores de Fun Records no nos han hecho esperar: ellos abrieron la veda del juego electrónico con tres pistas suaves y melosas, como cuando paseas en verano por la playa y ves el atardecer y, por fin, el lugar queda algo más desierto y te compras una cerveza y te sientas en la arena, te distraes, te pones los auriculares y te vienes arriba gritando qué hostias, ¡hoy salgo!. A la mierda mi curso de marketing 2.0 para revolucionar la red con tu talento y quitarte el trabajo de encima porque te va a sobrar (¡eres el futuro!)  que te regaló tu banco y que, sencillamente porque te gustaba la cajera, aceptaste para quedar bien y ver si eso surtía algún efecto. Y mandas a la mierda algunas cosas más, diciéndote ¿incluso en verano tengo que tener tantas movidas en la cabeza?  Cuando, tras este proceso de limpieza mental veraniega empujada por la música te sientes casi liberado, de un humor más despierto y sorprendiéndote sonriendo y diciéndote: ahora, joder, ahora estoy empezando a jugar bien. Ahí todo se tambalea y se abre una brecha hacia lo nuevo. Aunque quizás no lo sepas, lo que suena en tu mente es gracias a que alguien le ha dado a Turn On The Fun. My EP fav track ☆ Funatics ☆

2. Mivi EP | Alexis Cabrera | Fun Records| Diciembre 2015

Alexis Cabrera es adicto a la música, a la fiesta y, como diríamos por estos lares spanish rude style, es adicto a petarlo. Pero, como hemos ido contando, no busques grandes subidones ni sonidos melódicos armoniosos en sus trabajos, busca algo mucho más pegajoso, corporal, orgánico, picante,  y quizás aciertes más. Déjate perder por una excursión urbana y sorpréndete con tal o cual graffiti que no esperabas, o déjate perder por un camino montañoso y, cuando menos te lo esperes, encontrarás ese riachuelo con agua transparente que te pide un chapuzón hasta la siguiente catarata. Eso es Alexis Cabrera, el toque de espontaneidad que hace de algo que ya conoces una variante nueva y atractiva, sin tampoco reinventar o poner del revés aquello que te gusta. Alexis Cabrera también es adicto a los live, ¿acaso hay algo más espontáneo y creativo que eso? El primer track de Mivi, Alcohpott, te embiste desde el minuto cero con un sampler en loop que te dejará así. Sin euforia, sin darte mal rollo, prepárate por sus baterías analógicas y redobles de tambores. Quizás, si te pilla en frío, pensarás que 11 minutos de track son excesivos, pero a la tercera o cuarta vez que lo hayas escuchado su final en seco te sentará como un jarro de agua fría: we want more fun!

Next track? Los confites abre otra vez ante tus oídos un grave envolvente y diversos ruiditos de esos que te ponen tonto, bien bailongo, y de nuevo te metes en un track bastante más escurridizo de lo que aparentemente podrías pensar si intentas analizarlo fríamente. Las baterías siguen siendo deliciosamente desmedidas, y casi te harán olvidar que es el groove el que no te deja quedarte quieto. Se han apagado las luces en la fiesta de globitos y tus ojos hipnotizados alucinan ya de otra manera, en otro nivel.

Estuve intentando encontrar un posible significado de Mivi, y me costó lo suyo. En un foro, o algo parecido, acabé encontrando que Mivi podía ser usado como una abreviación de Mi vida, en plan tierno e íntimo. Y puede que el último track, que le da nombre al EP, tenga una melodía a base de sintetizador que te acerque a esa intimidad confortable de cuando estás con alguien (una persona, un grupo de amigos) que te arropa y genera en un momento y en un lugar determinados una sensación de bienestar que dices: qué bien, joder, esta es mi vida. My EP fav track ☆ Alcohpott ☆

Que las vidas de Mauricio Barembuem y Alexis Cabrera han dado un giro hacia lo personal y lo cercano, hacia la estabilidad y la autoconfianza del que ya no quiere meterse en rocambolescas aventuras en busca del próximo éxito cuando ya lo ha logrado y que, en vez de ello, quiere crear y compartir lo que le reconforta y le sale de manera natural, es algo que se hace evidente con Fun Records. Nos han invitado a participar como cómplices de la satisfacción y el buen mood que emanan su música y sus fiestas, en las que ya se van sumando otros artistas invitados. En los próximos lanzamientos, Fun Records recibirá también los primeros artistas que quieren sumarse a la fiesta. Allí estaré, bailando en primera fila.

«En tiempos de oscuridad, no solo de tinieblas electrónicas está hecha la buena música»

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