Entrevista Cassy: de la Viena underground al epicentro electrónico de Berlín (con vistas a Ibiza)
Catherine Britton, conocida en la pista y como productora como Cassy, es una de las grandes artistas cuya historia personal avanza al mismo paso que la historia de la música electrónica. Por decisión propia y siendo consciente de las exigencias que supone pertenecer a la escena actual, Cassy sigue dedicándose íntegramente al arte de pinchar y producir, tras toda una vida en activo y habiendo vivido en sitios tan dispares como Los Ángeles, Berlín o Ibiza.
Educada en la Viena clásica y apasionada por la música desde siempre, tejió su sonido en el underground de la capital austríaca y estudió teatro en Londres, pero halló su identidad detrás de los platos y entrando en la época temprana de Panorama Bar ostentando una larga y épica residencia en el club berlinés.
Cassy es querida y respetada por todo el mundo y sus relaciones profesionales y amistosas con otros artistas hacen que recientemente haya aparecido en sonados Back 2 Back. Como el que me llevó a conocerla personalmente el pasado DGTL Barcelona 2018, junto a Carl Craig.
En esta entrevista exclusiva, grabada a pie de pista —con la adrenalina que ello supone—, hablamos tanto de su trayectoria como de las escenas, de su pasado y de su presente, así como de sus inquietudes más allá de la música, que también las hay, y son muchas.
Este verano pinchaste con B. Traits y La Fleur en un histórico B2B y en DGTL despuntaba la programación con tu B2B con Carl Craig. ¿Cómo han surgido estos cruces musicales y qué has compartido junto a la música y el escenario?
Es una pregunta muy interesante porque no soy precisamente una gran fan de los Back 2 Back. En general sí me gustan, pero no solamente por hacer algo interesante durante un rato. Hubo un tiempo en el que todo el mundo empezó a hacerlo y estuvo bien, pero nuestra escena se ha convertido en un negocio muy grande que fuerza a la gente a buscar ideas o a forzarlas y creo que los B2B han sido una parte de esto. Desde mis comienzos, los Back 2 Back han sido frecuentes, especialmente en Berlín, porque es genial pinchar con alguien durante horas y horas. Durante estas sesiones compartidas, puedes elegir mucha música diferente y eso es algo estimulante.
Por eso no quería hacer un Back 2 Back simplemente por hacer algo “interesante” o cool, ese es el camino fácil. Con Carl Craig ya habíamos tocado juntos antes y nos conocemos bastante bien, con La Fleur había actuado también previamente y con B. Traits he pinchado en su Radio Show. Cuando me preguntaron por hacer el Back 2 Back 2 Back con B. Traits y La Fleur dije “por supuesto”, porque son djs más jóvenes con mucha experiencia, y me pareció una muy buena idea.
¿Crees que generacionalmente es interesante? Me refiero a que en entrevistas tuyas se habla mucho de tus mentores y mentoras, como Electric Indigo, pero quizás tú también, con toda tu trayectoria, hayas influenciado e inspirado a muchos a otros artistas.
Intenté obviar esta impresión durante mucho tiempo, porque tiene que ver con mi personalidad. Tengo un problema con ser demasiado seria con las cosas y soy muy estricta conmigo misma y mi desarrollo personal. Tengo un hijo y la necesidad de tener ingresos para tirar adelante pero, al mismo tiempo, me atraen los retos y también seguir siendo una persona seria. Sin embargo, en cuanto al negocio de la música, no quiero tomármelo tan, tan en serio, porque entonces dejaría de amar lo que hago. Porque entonces tendría que pensar como lo hace otra gente y tendría que acabar haciendo cosas que no quiero hacer. Por eso, me planteé bastante pronto mi viaje como dj en la música de baile y me dije:
Eso fue una decisión bastante consciente e iba de la mano de ser madre y vinculada a otras experiencias. A estas alturas, he acabado conociendo a todo el mundo en el mundo de la música electrónica y esto es algo increíble.
Cuando Carl Craig ha pinchado en el DGTL Festival Gipsy Woman, aunque sea un megahit, me ha dicho que este es el disco más importante que lee hizo pensar en cómo tenía que producir. Y yo le he respondido que ese track fue el que me hizo sentir más viva y vital cuando lo descubrí en mis diecisiete o dieciocho. No me importa si estoy en Mykonos de vacaciones con mis amigos o en cualquier otro lugar, si suena Theo Parrish u otra cosa, este tipo de música me mueve, me da ganas de bailar y me hace sentir viva. ¡Creo que se trata de eso!
¿Cómo ves el ambiente que se genera en Ibiza durante el verano? ¿Es importante para ti?
Es muy importante para mí porque ahora vivo en la isla todo el año y quiero que mi hijo tenga una infancia que no sea en una gran ciudad. La primera vez que estuve en Ibiza creo que tenía 19 años y fui con mis amigos de la escuela de teatro. Uno de ellos tenía una simple casa de campo y había crecido en ese entorno. Recuerdo que sus amigos vinieron para cenar, serían las vacaciones de Pascua y queríamos salir. Correría el año 1995. Fuimos al pueblo un rato pero no había fiestas grandes, ni nada parecido. Recuerdo que uno de los amigos que vino era el propietario de un club en Zurich, el Kaufleuten, y estuvimos charlando todos tranquilamente durante toda la velada. Pensé que toda esa gente no la habría podido conocer en otro lugar y que eran maravillosos, fue muy agradable. Recuerdo que cuando empecé a ir a Ibiza a pinchar luego nunca quería dejar la isla…
El negocio en Ibiza está muy basado en el ego y no lo critico, pero es una dinámica muy difícil. Ahora la música electrónica es mucho más popular y hay menos gente en la isla… Todo esto son cosas que han ocurrido así, son lo que son, y uno tiene que seguir haciendo lo suyo, intentar ser claro y no rendirse. Precisamente por todo esto, me encanta Ibiza y estoy segura que si encuentras la fiesta adecuada en el lugar y el momento adecuados tendrás una experiencia igualmente asombrosa.
A raíz de esta vertiente más, digamos, filosófica, quería preguntarte por el videoclip que sacaste con tu último álbum, el del track llamado Nowness dirigido por Reza Dolatabadi. En las imágenes se puede ver tanto libertad como violencia y me gustaría saber qué hay detrás del trabajo.
Tenía muchas ganas de hacer un videoclip para el lanzamiento del álbum pero no sabía cómo exactamente. Él quiso hacerlo y le di total libertad para llevarlo a cabo. No quería salir yo en el vídeo, aunque justo acabo de hacer uno recientemente en el que sí salgo. En ese caso quería ver su visión de la canción y que él lo expresase como quisiese.
En tu último álbum creo que se reconoce al 100% tu sonido y tu forma de ver la música pero me gustaría saber cómo llegaste a lograrlo en la etapa más reciente de tu carrera.
Ha habido momentos en los que he querido hacer un álbum y otros en los que no. En ese momento, como amante de la música de múltiples géneros que soy, quería ser capaz de hacer algo cercano a quien soy y al mismo tiempo empujarme a mí misma un poco más. Cuando produje la mayoría de los temas estaba embarazada y mi hijo nació en noviembre. Terminamos el álbum al año siguiente, en febrero, en Philadelphia. Fue una experiencia asombrosa y cuando venían los músicos que participaban en el álbum fue muy potente. Venían por mí y son realmente muy profesionales. Me sentí muy afortunada. Me ayudaron mucho y no era precisamente por dinero, sino porque les gustaba. Eso me hizo sentir muy humilde.
En ocasiones anteriores dijiste que para ser dj hoy en día ya no hacía falta ser especialmente bueno…
Es cierto, no tienes que serlo. El problema no es solo ese, y esto es algo que he hablado con amigos cercanos que llevan en la escena desde los ochenta y noventa. Estos amigos, que ahora tienen promotoras o empresas de sonido, recuerdan cuando Jonathan Peters reunía a 4.000 personas en el Nueva York de los ochenta cada sábado. No hay dj que tenga hoy tanto tirón porque no hay una Meca. En aquel entonces la gente se pasaba horas y horas en los clubes escuchando música y cuando un dj pincha en el mismo lugar cada semana él conoce muy bien el sitio y lo que hacer.
Cuando a mí me dicen “me encanta escucharte en Panorama Bar” lo entiendo, porque es donde he estado más tiempo y es lo más cercano a una casa en este sentido. Es duro para un dj hacer un set up del sonido si tienes poco tiempo y es una única vez, pero por suerte todavía puedes crear magia y conectar con la gente. Sencillamente, ahora es así y no quiero quejarme por ello, solo quiero y espero que aquello que a mí me ocurrió con la música le ocurra a gente hoy en día, porque te cambia la vida.
Como artista, quería preguntarte también por otras fuentes de inspiración o formas de desconectar más allá de la música.
Sigo comprando libros pero leo menos que antes por cuestión de tiempo. Por la forma en la que crecí y tuve mi escolarización católica en Austria, con mi madre blanca y mi padre negro, tuve una educación mucho mejor que en otros lugares, aunque fue muy clásica. No fue ni especialmente cara, pero pude hacer latín, otras lenguas y música.
¿Disfrutaste ese período?
Mucho. No era la mejor alumna porque era un poco perezosa, pero me gustaba mucho leer y las clases de música eran lo mejor. Austria es un país de música clásica y eso es la crème de la crème de la música. Solía escucharla mucho antes, aunque no me gusta demasiado ir a conciertos porque siempre hay mucha gente y no tienes donde estar, pero escucho a filarmónicas y aprecio mucho haber tenido esa educación, como una bendición. Me dio la posibilidad de reconocer lo que es especial musicalmente de lo que no lo es.
¿Qué hay de la espiritualidad en tu mundo?
Soy una persona muy esotérica. No solo por los signos del zodíaco o la astrología. He hecho sanaciones y he empezado con el Yoga Kundalini y meditación, aunque no cada día. Intento entender lo que tengo en la mente y aquellas cosas que necesito superar, porque a veces tienes que hacerlo. Cada vez que pinchas y te quejas por lo que sea, tienes que quitarte de encima esa voz interior, apagarla, calmarla y que desaparezca. Nunca seré una gurú y sencillamente no quiero vivir mi vida no haciéndolo lo mejor que puedo. Por eso leo y escucho música, que es lo que me ha dado más fuerza a lo largo de la vida.