DGTL Barcelona 2016: ¿Te acuerdas? 2 días de verano bailando techno y partiendo cemento

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DGTL Barcelona 2016. Se cambia playa y siesta por techno y cemento. Dicho así, en frío, parece un timo propio de Loquo o de algún motivado de Wallapop con ganas de joderte el verano. Con lo que mola la playa en agosto y no hacer nada durante todo el santo día: dormir hasta arrastrarte de garito en garito para capear la solana mientras decides a quien odias más, si a l0s guiris o a ti mismo. Porque la has vuelto a cagar: otro verano lejos de Tailandia, del curso intensivo para montar startups que daba una Tech-Academy de Silicon Valley. Otro agosto sin haber siquiera mirado vuelos para ir al Burning Man, sin haber intentado encontrar viajes en Atrápalohbroh para irte a Australia a aprender a surfear. Pero es que, maldita sea, incluso estuviste a punto de plantearte irte (en un momento especialmente bajo de ánimos, en julio) unos días a Ibiza a darlo todo. Ni con eso te pusiste las pilas. Vaya drama.

No todo está perdido, cuidado, hay luz al final del comistrajo veraniego en Barcelona: puede que tengas un último intento de hacer algo pro y decirle al declive motivacional ya basta, por favor, que toda autoestima tiene un límite de tolerancia.

Así que, al fin, mientras esta breve pero insaciable hilo de voz mental se regala con tus neuronas, escuchas una llamada celestial que te libera de paranoias en un plis y a 130bpm. O a 120, que los bpms y el musicón no tienen una relación de proporcionalidad creciente (menos es más, se dice por ahí, a veces).

DGTL Barcelona 2016 es ese espejismo electrónico que tienes apenas a unas paradas de metro de tu casa. El milagro del techno veraniego se acaba de poner de tu parte y está dispuesto a sacarte de todo este percal paralizador que te has montado tú solito mindundi mode en casa y rodeado de guiris entregados a Gaudí y al selfie.

DGTL Barcelona 2016Esa pintaza apocalíptica da que pensar: incluso cuando todo se haya acabado y estemos perdidos, habrá alguien con la motivación suficiente para juntar una buena plataforma y unos altavoces. Foto © Patricia Nieto.

 

Finalmente, ya convencido de que sí se puede petarlo en agosto en Barcelona, te sacudes la modorra de encima y te quitas el pijama por primera vez en toda la semana (es jueves), incluso te afeitas en plan welcome verano, hagamos como que tú y yo empezamos de cero. Sí, al final será a mitades de agosto cuando todo cobre sentido y esa llamada celestial reviente de techno tus oídos y el de miles de personas que, si bien no han tocado tan fondo como tú, han decidido rodearse de cemento + altavoces y hacerlos vibrar con un repertorio amplio y selecto de la mejor electrónica de baile worldwide. Querido DGTL holandés, gracias por elegir Barcelona para seguir tus pasos expansivos por nuestro maltrecho continente, necesitamos techno y flow más que nunca y agosto en esta ciudad, ya sabéis, es bastante frustrante si no te gusta el helado, te la suda la paella y las discotecas del puerto y las golondrinas te provocan urticaria.

Ni te agobies por pillar un taxi, un jet privado o una bici de fibra de carbono: el metro te deja delante del fiestón. 12 y 13 de agosto, on the way to el Fòrum, hace mil años que no me dejaba caer por ahí.

Incoming DGTL Barcelona 2016. Estamos ahí.

 

Viernes, pasadas las 17h, imposible llegar antes debido a mi retorcido y maníaco horario de producción poco creíble y algo mutante. Respiro hondo, me suelto. Wow. Cuando veo cómo luce el Fòrum desde fuera del recinto sonrío para mis adentros y me digo: sí, esta gente de DGTL sabe aprovechar el espacio como toca, trasteándolo con más metal y más cacharros futurístico-apocalípticos que dan un ambiente a lo blade runner con techno de 24 kilates y depurado por cuatro escenarios repartidos estratégicamente por toda la zona central del inhóspito lugar. Situémonos right here, right now. Porque la cosa trae tela y el mapa es fácil y toda una aventura que, si te despistas, acabas nadando entre roña y tickets del Maremagnum.

 

DGTL Barcelona 2016Las estructuras de metal del escenario STEREO vistas desde fuera del recinto. Solo a un alérgico al aluminio no le daría ganas de entrar locamente. Foto © Patricia Nieto

 

ESCENARIO DIGITAL | DGTL Barcelona 2016

Lo definiría como el escenario de los trendy beats. Hay algo de techno, algo de tech-house y también rollo deep, pero todo son artistas que tienen como un no sé qué de molones, de petarlo con sonrisa de winners. Son, en otras palabras, los djs y productores a los que right here right now les va más que bien. La gran mayoría han traspasado el umbral de artista para connoisseurs y han saltado a los charts más top y a las listas de lo más shazameado del lugar (y algunos ya lo estaban mucho antes, claro). Por ejemplo, pienso en Mano Le Tough, Dixon, Maceo Plex, Rødhåd o los todavía más archiconocidos Nina Kraviz y Âme. El gran nombre nacional, cómo no, es John Talabot

Este escenario promete ser bailable, fluido, agradable, sin demasiadas atrapadas y un espacio ideal para los temazos y los hits ascendentes. Mas, si lo tuyo es fundir el cemento en vez de hacerlo vibrar, entonces saltemos al:

 

ESCENARIO STEREO | DGTL Barcelona 2016

Entramos en la zona tralla rules, en el mejor de los sentidos: Vril, Óscar Mulero, Ben Klock, Marcel Dettmann, Paula Temple, Surgeon, Robert Hood. Los que quieren un chute de bpm por la escuadra y no se andan con bailar a medio gas encontrarán aquí el paraíso perdido en muchos festivales del país: un stage con techno que se mastica crudo de principio a fin y sin confusas actuaciones de por medio que rompen el rollo de la crowd.

 

ESCENARIO AUDIO | DGTL Barcelona 2016

Es como una extensión del escenario DIGITAL pero menos shinny, con pesos pesados que, sin embargo, no copan del todo los tops. Esta estirpe de expertos de largo alcance, junto a otros artistas un poco menos conocidos pero con un nivel exquisito, harán de AUDIO ese espacio freshg y reconfortante para bailarlo todo con calma y fluidez. Del acenstral brasileño Gui Boratto al lord de los remixes Hot Since 82 (creo que él en concreto podría estar perfectamente en el escenario DIGITAL) y pasando por el siempre iluminado N'TO y los houseros revisited conocidos como Andhim. Que no se nos escape Agoria y un extraño pero atractivo B2B entre Jamie Jones y Joseph Capriati. Tenemos también a KiNK, ahí es nada.

 

ESCENARIO PHONO | DGTL Barcelona 2016

Este escenario, además de estar en el lugar más molón que uno pueda imaginar (debajo de la célebre e inútil placa solar del Fòrum), recibirá a los djs que muchos llamarían, no sé, un poco que pinchan lo que se la suda en cualquier momento.

Algo así como la gente que cuando no entiende a una persona dice: tío, estás loco. Por ejemplo, se lo decían hace años a los vegetarianos y también a los que antes de 2008 vaticinaban una debacle económica muy tocha. Se lo decían a Richie Hawtin cuando, de teenager y todavía yendo al cole en Windsor (Canadá), se iba al salir de clase con sus amigos a Detroit a verdulear por sus calles y a comprar discos y ropa chillona. Sus compañeros de clase le decían: tío, eres muy raro. Lo mismo le dirían los que no pillan mucho el rollo a artistas como Tama Sumo, Ben Ufo o Jeremy Underground, pero a la práctica el escenario Phono es ese oasis de música imprevisible en un lugar casi imposible, doble jugada: el día en que la placa solar dejó de funcionar pillando sol y comprendió que su mayor misión podía ser hacer sombra a los clubbers. Si el Fòrum fue un desengaño para los ya asqueados barceloneses, estos descubrimientos más de 10 años después son una pequeña victoria cuando ya das la batalla por perdida.

Ahora que ya estamos a little bit más ubicados, vamos al meollo del asunto y a qué fue de (mi) primer DGTL Festival (suena como si fuese un libro para niños, y este símil me deprime no sé muy bien por qué).

 

LineUp DGTL Barcelona 2016: Viernes

 

DGTL Barcelona 2016 → Viernes ✔ (orden random): Ben Ufo — Gardens of God — Dixon — Gui Boratto (live) — Maceo Plex — Mano Le Tough — Joseph Capriati B2B Jamie Jones — Óscar Mulero — Pan-Pot — Surgeon (live) — Truss — Vril (live)

 

DGTL Barcelona 2016De las aprox. 10 cabezas que puedes ver con mayor claridad, 5 tienen un móvil en la mano. ¿La buena noticia? Era pronto, así que muchos llegarían sin batería al caer el sol. Y, ya sabéis, cuando cae el sol el desparpajo electrónico encuentra su mayor terreno para salir a bailar y hacer buenas migas con los suyos. Foto © Patricia Nieto.

 

Incluir en esta lista a Vril es un tanto injusto, o en todo caso poco serio si estamos hablando de comentar qué me pareció su directo. La razón es sencilla, por cuestiones técnicas, apenas faltaban diez minutos para el final de su actuación cuando entraba al festival, así que lo único que pude escuchar de él fue un atronador bombo y una colección de zumbidos mientras me decoraban con pulseras y chips y hacía cola para comprar los tickets para beber y decidía si prefería dejar la cuenta corriente al descubierto y pagar con tarjeta o intentar rasgar todo lo posible con mis quince euros en el bolsillo.

Lo que sí pude ver, como apuntaba en los primeros párrafos, es el Fòrum luciendo en su propio cemento por primera vez. Además de plantear el festival como un evento sostenible (sin carnaza animal en venta y con ahorro de energía sin precedentes festivaleros logrado gracias a diversas medidas), los hierros de las dos parabólicas queda de lujo junto a la instalación de luz que resigue el puente sostenido, la rotulación de los escenarios y la estética de los detalles (desde las gradas del escenario Stereo hasta las columnas que cobijaban el escenario Digital). Como toque final (en realidad, es lo primero que se ve al llegar), el logo junto a las letras de DGTL en la entrada dan una fully sensación de estar metiéndote en pleno Mad Max del Techno.

DGTL Barcelona 2016

Hablemos en pretérito, pero sigamos. La mayor sorpresa al hacer el primer intento de ubicación 360º fue lo cerca que estaba de la entrada el escenario del technaco pro. Si en muchos festivales se intenta, usando un eufemismo, "dejar a su rollo" a los que gustan de tralla, y se les da el espacio más alejado posible para que ahí monten su particular bacanal sin alterar el, cómo decirlo, público menos suelto, en DGTL Barcelona tienes el bombo on the rocks y al desnudo a tu izquierda apenas has caminado 3 segundos tras cruzaar el último filón de control y seguridad. Eso, conste en acta, no es ni mucho menos una crítica, sino una declaración de principios casi tan liberadora como la creciente moda free nipples que sigue extendiéndose por los festivales europeos, con Dekmantel en el top 5 (es lo que puedo testificar, aunque me consta que los teens EDM lo desarrollan cosa mala en Estados Unidos y que, a su vez, Burning Man sigue marcando tendencia en temas de despelote folclórico y ejerciendo de líder como la mejor versión posmoderna de Woodstock 69).

Como método para entrar en el asunto y pillar una primera panorámica del recinto, me ubico en el escenario DIGITAL, en uno de los laterales con suficiente espacio para respirar hondo y decirme a mí mismo: bueno, aquí estamos peñita. Realizo un heavy breathing, asiento para mí mismo (como los jugadores antes de salir al terreno de juego) y cabeceo a modo de training al son de los beats que emanan de un contundente soundsystem que se eleva a sí mismo con ondas expansivas. Mis expectativas para ver a Gardens of God se acercaban más a un interés curioso que a una ansiedad irrefrenable. Pero, al prestar atención y meterme en el set, me quedo a cuadros por cómo está enlazando track con track: como un cirujano de Harvard haciendo una exhibición en streaming mundial. Punto por punto, sin pasarse con tracks melódicos y sin tocar esos temas faltos de texturas que tan facilones salen a la palestra, sella un continuo de temas barely unknown (con algún nasty hit entremedias) con mezclas que van más allá del las de rigor. Técnicamente pulido y captando al momento las ansias del público (que no abarrota el stage pero que se agolpa delante y forma una masa que apunta maneras y sobacos) por soltarse y entrar en el flow festivalero all in. A base de súbitos cambios en las diversas partes de la estructura de los temas, como en los graves sincopados, Gardens of God guía con clase al crowd y retroalimenta la energía fresca que acompaña a la euforia contenida que se respira en los inicios de todo festival. Y, detalle importante, lo hace sin pasarse con guiños deep kitsch y sin tirar de temas con voces histriónicas cantando estribillos manidos (esas vocecitas que son algo así como un banner que te ha salido tantas veces por culpa de las cookies que lo cerrarías con los colmillos en vez de clicando en el ratón como un ser sofisticado y sumiso).

 

El letón Gardens of God se estabiliza como valor en alza y eso nos confirma que Maceo Plex es, además del productor hitero por antonomasia de los últimos años, un buen ojeador para los primeros grandes fichajes que ha hecho para su sello Ellum (que el rigor de Discogs me corrija si voy errado).

Antes de lucirse como Gardens of God, Mindaugas Lapinskis se las tuvo que ver como un seudo ghost producer de toma y daca. Uno de sus últimos trabajos técnicos para terceros lo encontramos en un typical local pop heroe de Lituania llamado Vilius Tarasovas, de quien encontramos en letón noticias sensacionalistas como esta (desconozco lo que dice pero se intuye un posible romance medio encubierto entre la estrella local del pop Tarasovas y una tal Justinas Jankevičius. Pero... ¡ojo! La cosa podría ser más compleja: si nos fijamos en las dos mujeres que aparecen en la foto, que son bastante diferentes, una podría ser Justinas pero la otra quizás una segunda amante o su novia oficial. Para saber más, bastaría con chequear el titular en Google Translate y seguir dedicándole más tiempo a esta minucia, pero suficiente tiempo tuvo que dedicarle Mindaugas Lapinskis al álbum de Tarasovas para que entrase en algún chart de la radio joven moderna de la capital.

Porque, si nos dedicásemos a husmear en las relaciones sentimentales del tipo al que Lapinskis ha hecho de ghost producer en vez de compartir un par de tracks potentes que tiene como Gardens of God y (como mínimo) un par de podcasts de referencia, estaríamos cometiendo un gravísimo error y le quitaríamos un psosible tema de candente interés a revistas como Quore, holi, k ase o la flamante wish this were brains).

Los inicios de nuestro artista bajo el alias de Gardens of God no resultaron del todo fáciles, pero le hicieron los deberes más fáciles a Maceo Plex. En concreto, sus primeros lanzamientos, que abrieron lo que hoy en día sigue siendo su sonido, se tornaron un quebradero de cabeza del que, por suerte, Lapinskis ha podido salir sin daños colaterales, sin contar la frustración y la ley de murphy versión colaborar en el sello de un tío que lo peta que tiene un brote homófobo por las buenas en Facebook: los dos primeros EPs de Gardens of God los lanzó Ten Walls en su sello BOS, que pasó a mejor vida instantáneamente tras el escándalo (y posterior caída en los infiernos, lugar del que, lapidación viral tras lapidación viral, Ten Walls intenta salir recuperando cierta normalidad). Anotación final sobre Gardens of God: su sesión en DGTL Barcelona supera con creces, según creo, los podcasts y sesiones que tiene compartidas en redes.

 

 

 

Salgo de Gardens of God habiendo contemplado ya el estilo, bailes y actitudes de los primeros festivaleros que me he ido cruzando desde la entrada. La mezcla es interesante: una gran cantidad de público extranjero, que bascula entre extremos. Desde una breve pero motivada facción con la peligrosa estética guiri felizalienado, tapas style, sangría y fiestah locah que, en contra de mis prejuicios, muestra actitudes que me transmiten mayor sosiego y confianza en el devenir del festival: si los más empanados intentan estar a la altura del festival, el resto pasa la prueba con soltura y hasta con camiseta de tirantes (¡y free nipples!). Hay hasta grupos con estética Berghainer, muy difíciles de ver en Barcelona, ya sea en un club o en otros festivales.

Es hasta un alivio ver que en DGTL Barcelona se respira mayor libertad que en otros eventos a la hora de las vestimentas. Quizás algunos penséis: pero si ya hay libertad para vestir, que cada uno haga lo que quiera. Ojalá, pero si quieres vestir como te da la gana y ello implica llevar unas pintas totalmente bizarras, lo tienes jodido por estas tierras, la peña ya tiene algo más que chusmear entre selfie, tirar la caña, copichuela rancia y cigarro a grito pelado: Houellebecq decía que «el mundo es de talla mediana» y todo indica que no le faltaba razón. La trágica pero (al parecer) más que verosímil teoría del votante medio se traspasa a los clubes: el clubber medio es el que manda. Sin atributos, sin un gusto por ningún estilo y sin tener realmente nada que hacer ahí, salvo pasar el rato e intentar hacer todo lo posible y evidente para pasar el rato [sic].

Por ejemplo, si tú vas a por algo en concreto como bailar o escuchar al dj (lo que diríamos que hace todo el mundo pero que, como decíamos, bailar y la música parecen ser para muchos lo de menos), o incluso si te atreves a bailar y escuchar al dj (se puede hacer al mismo tiempo, aunque a muchos tíos les parezca imposible y por eso solo se muevan cabeceando y ladeando la cadera para no perderse en la sesión) y no vas con muchos amigos que lleven un rollo Pull&Bear, puedes tener el infortunio de pasar a ser otra de las cosas que el "clubber medio" tiene a mano para pasar el rato como sea y hasta que se pueda. Dirás que a uno se la debería sudar si rajan de él o le miran en plan hihihi, y en parte es cierto. Pero si vas felizmente viajando por la sala a base de temazos y de golpe un grupúsculo de trogloditas confusos te tira cacahuetes como si fueses un mono de feria porque no entienden que tú has venido a fundir los vinilos con esos gayumbos de cuero negro que llevas, no mola. Y punto. Y sigamos.

Como decía antes de irme un poco de madre con digresiones poco ortodoxas (una vez más), dejo a Gardens of God firmando los últimos tracks, tan finos que los beats podrían ser árboles de los versículos bíblicos con referencias indirectas a la jardinería (La Bíblia, Proberbios 11:30«El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio.» Gardens Of God remix → «El temazo del justo es el beat de la fiesta, y el que se gana a la peña es el pro del asunto». Acabo de liar el tercer cigarro desde que he entrado al festival, paso por el baño a comprobar la cobertura y me dirijo al escenario STEREO a ver qué se cuenta Truss y sigo celebrando para mis adentros la mixtura de público que va ampliándose a medida que se despliegan los ánimos en la zona central.

Lo que me cuenta Truss, lo que nos está contando, no acaba de ser lo que me inspire para el primer atardecer electrónico en el Fòrum del Techno, por muchas ganas que le tenga al escenario DIGITAL. La cuestión es que se está excediendo en un tropel de melodías hardcoretas, algo como un techno-postedm bizarro que me impide entrar con determinación en su viaje. Por ello, me escabullo sin tomármelo como algo especialmente negativo, sino sencillamente como una propuesta con demasiadas turbulencias y poca velocidad de crucero. ¿Serán las influencias de las golondrinas y el catamarán del Maremagnum?

 

DGTL Barcelona 2016Cae la noche, vibra el cemento. Al fondo, las tres torres cerca de Badalona y de la playa que acompañan los beats con sobriedad y clase postindustrial. El techno en un jardín suena bien, pero si puedes convertir tu festival en una zona locamente industrial y futurista, te comes el verano en formato DGTL. Foto © Patricia Nieto.

 

Entre una cosa y la otra, me planto, tras encontrarme con algunos colegas y celebrar el fiestón que se avecina con abrazos y algunos comentarios socarrones a grito pelado, por primera vez, a bocajarro en el escenario AUDIO. Me espera un emotivo reencuentro con Gui Boratto (ojo al viejuno review de Too Late que hice hace mil años, ¡nunca es tarde!).

Boratto, tras despuntar en la era del minimal con un rompedor EP de temas como Sozinho, trasteó años después con un estilo pop electrónico y más melódico-ñoño que no acabó de cuajar. Salvo Beautiful Life. Quizás os parezca poca cosa o muy naïf, pero a mí ese tema me pilló en un momento de energy up que hizo que lo escuchase con sumo placer durante un buen tiempo y fluyendo la vocecita que celebra la belleza de la vida y lo bien que va todo. Después, creo que Boratto desapareció para todos nosotros y un reencuentro con él y en forma de live me parece algo genial para este DGTL Festival. Es como si lo presintiese justo al llegar y escuchar cómo suena Boratto en el Audio stage; este tipo ha vuelto fit y consciente de las armas que ha ido forjando a lo largo de su trayectoria. Su live suena bien, su beat se clava y te empuja a petarlo. Oh, yes, oh yes. Suenan los clásicos y renacen algunas versiones y Boratto me levanta la sonrisa y me empuja a seguir por el festival, en dirección a Surgeon: quiero pillar una parte de lo que sabe hacer este inabarcable virtuoso de lo analógico. Muchas ganas, seriously. Efectivamente, al igual que en Dekmantel, Surgeon lo peta en un live cuyo precedente es él mismo. En cada directo se reinventa sin despeinarse (de hecho, en la foto más abajo se ve su look indespeinable) y pone del revés cualquier club o emplazamiento del mundo que se atreva a recibirlo y a dejarle montar su arsenal. Esto es lo que hizo en Dekmantel hace un par de años, así que imaginaos el figura con unos 700 días más de vida y experimentación:

 

Surgen marcándose su Boiler Room, dos años atrás. También para Dekmantel y a lo loco. 

 

DGTL Barcelona 2016Surgeon: techno indespeniable, analógico e irrepetible. Buena frase como copy, ¿no? Foto Foto © Patricia Nieto.

 

A pesar del fresco que a esa hora ya invade la zona más cercana al puerto (o a las rocas sueltas por ahí, como queráis llamarle a esa zona), el sudor se desprende por mi jeto dándome un aire de estar un poco fuera de sí. Y es verdad, para que engañarnos, ir un poco con jeto de québienmelopasocomobailodaledalekeepthatbase es algo que sienta bien, y mucho mejor que llevarlo en el metro o si vas a comprar el pan. Y además, mi jeto no está solo, hay otros jetos similares (y algunos bastante más afectados). Y esta sensación de compañerismo electrónico con jeto suelto es la que debe prevalecer. Siempre.

Actualizando reloj: demos un triple salto fastfoward: me paso unos 40 minutos (aprox.) por Mano Le Tough (mini escapada preSurgeon), Dixon y luego KiNK. Viéndolo en retrospectiva, es como si hubiese hecho un tour a lo japo entre Londres, París y Barcelona en 48 horas. Salvo el live de KiNK, me atrevería a decir, quizás contradiciendo a bastante gente, que Mano Le Tough y Dixon producen mejor que pinchan. Algunos colegas se me tirarán a la cabeza tras haber visto el cierre de Dixon en Dekmantel, según dijeron "espectacular". Pero, siendo honesto, directo y reduccionista, creo que Dixon es un excelente captador de promo tracks, un excelente label manager y un selector impecable que, sin embargo, no inventa nada ni genera nada en sus dj set que una buena ronda de charts de Resident Advisor no pueda proveernos con accesible solvencia. Respecto al cierre de Dixon en Dekmantel, ya que he autosacado el tema, resulta que anduve por otros lugares del festival (lost in the woods, literalmente), por la periferia del escenario Selectors, flipándolo en petit comité, con un cierre entre darky, lento y destellos de leve euforia de Donato Dozzy. Fue el primer dj set que pude presenciar de él en directo, y ya sabéis cómo es una primera vez de algo que llevas tiempo intentando hacer.

Solventado el llamativo y sexy triplete (como decíamos, algo light en cuanto a handmade mindblowing tracks  se refiere:  Dixon — KiNKI — Mano Le Tough), me adentro hasta lo más deep posible a nivel mental y físico en el set de Óscar Mulero, y ahí sí me quedo muy, muy sensei bukkakemindblowing.

Recuerdo el tremendo impacto exponencial en las redes de Beatburguer cuando se hablaba de él y yo curraba ahí. Desde entonces, hará ya algunos meses, empecé a meterme más en su trayectoria y en su trabajo actual, así como a seguir algo más de cerca la expansión de su sello. Salvo algún Monegros en el que yo andaba más amateur y neófito de la cuenta, no había visto pinchar a Mulero en directo todavía. OMG. Hay cosas que llegan tan tarde que no deberías decir que ocurren por primera vez. Hagamos una minichapa delo que siento con Mulero on board.

Óscar Mulero sabe combinar con más suavidad que los djs alemanes el techno mental y envolvente con las ráfagas de puro beat y sus dosis de oscuridad sin regodeos excesivos. No se pierde en melodías psicóticas ni se amedrenta ante cambios de ritmo, baterías hipersónicas o graves tan profundos que se comen el golpe seco y que precisan, para ser comprendidos, una decena de minutos desplegándose a todo flow. Mulero, además, tampoco necesita acabar repateando los bpm y convirtiendo la pista en una vendimia asfaltada, lo suyo es control y lucidez para no venirse arriba por las buenas y verse luego obligado a bajar dando bandazos. Mezcla lo que se está produciendo a día de hoy sin necesitar hacer guiños a los tracks más clichés del momento y sabe rescatar tanto tracks de culto del Museo de la Hª del Techno como lanzamientos recientes. Rescata esos falsos hits que pasaron desapercibidos y que, como buen artesano, él mismo se ocupa de sacar a relucir. Cada track que toca lo sitúa en el foco del set como si ese tema siempre hubiese estado en la lista esencial de clásicos firmada unánimemente por todo clubber. Si Harold Bloom hubiese escrito el Canon del Techno Occidental, Óscar Mulero tendría un apartado destacado tanto entre los artistas rupturistas como en medio de los que defienden la pura tradición.

DGTL Barcelona 2016Óscar Mulero. Foto © Patricia Nieto.

Hecha esta rendición y swallow electrónico-periodístic0 (kind of) a Mulero, prosigo a contar la breve historia de cómo me metí en medio de un viaje atrás en el tiempo y pude, al fin, verme rodeado de peñita buena bailando technaco; como en las buenas épocas del The Loft a reventar con Luke Slater on top y otros virtuosos del rollo Dave Clarke en su gran momento del zambombeo barcelonés. Es más fácil de lo que parece y apenas entraña secreto: me adentro por la zona izquierda mirando de frente al escenario STEREO y trato de hacerme un hueco entre peña bailando que esté por la labor.

Un sencillo plan de integración con la peñita que lo da todo bailando technaco

• Si, en un grupo de amigos y amigas, dos o más personas están mirando el móvil quiere decir que, a grandes rasgos, se la suda la música y por lo tanto → pasar de largo 

• Si en un grupito de people hay dos o más cuchicheos → pasar de largo 

• Si en un crowd petit comité hay un palo, dos o más selfies → ¡pasar de largo

• Si ese grupo de por ahí está formado por tíos intentando pillar cacho → pasar de largo, fuckin salidos, ja n'hi ha prou, joder 

• Si por esas te encuentras con un grupo con tíos en camisetas de tirantes con textos tipo Buena Vida o el logo de algún club de Ibiza o unas zapatillas que hacen luces → pasar de largo 

• Si un grupo de tías baila a destiempo entre sí, haciéndose las sexys y sintiéndose como en un videoclip transgresor mientras se sacan selfies y sacan la lengua → pasar de largo (y sugerir cordialmente que madruguen el día D para pillar tickets a Tomorrowland

• Si te cruzas con un grupo de beautiful people con RayBan, alguna que otra barba cuidada, Converse o similares, tejanos rasgados y demás, mochilas que molan más que la tuya → hipster alert (son aburridos y manejan demasiada información contradictoria a la hora de determinar su comportamiento: ¿bailan bien este technaco o quizás demasiado agitados? ¿deberían reírse un poco entre ellos de algún raver que vaya del revés o eso es soez? ¿Otro selfie grupal es forzar mucho así que mejor buscar al fotógrafo oficial a ver si se lo curra y cuelga un pic bien sweet y niiiice?) → pasar de largo 

• Si en un grupo de peña ves que todos van todos disfrazados (uno con gafas gigantes, otro con una colchoneta, otro con peluca, etc...) y todos bailan o lo intentan → quedarse con la buena peñita 

• Si en un grupo de ravers hay varias chicas con nudos en la camiseta y subida por encima del ombligo + dos o tres mendas con camiseta de tirantes → quedarse con la buena peñita 

• Si ves un grupo de peña y solo uno de ellos tiene el móvil en la mano y está grabando, no te precipites huyendo: mira si realmente enfoca algo o sencillamente lleva 20 minutos grabando (se habrá olvidado de que no tiene instalada la opción streaming de los famosos en facebook), moviendo el brazo, poniendo los dedos en el objetivo, gritando toooomaaahh con voz ronca y luego abrazando a gente, atrayéndolos hacia sí y graba el minuto 23 con sus compis festivaleros... → quedarse con la buena peñita 

Si ves a un grupo por entre el gentío que, a cada cambio de rasante de Mulero grita su nombre y alguna que otra palabra animándole a que siga haciéndolo así de bien (TOMMMMAAA MULEROOO — JEFAZZZOOO — PUTO CAPO — VAMOOOSSSS — DALE DALE DALE OSCARRR — TEMAKO UEEEAAAAJJJ) → quedarse con la buena peñita 

DGTL Barcelona 2016Quedarse con la buena peñita. Foto © Patricia Nieto.

Tras aplicar a rajatabla este múltiple y selecto criterio de ubicación en la pista, paladeo al fin una simbiosis entre Mulero, el escenario Stereo más suelto y onfireista y los techners que gozan a grito pelao y grabando los míticos e infumables vídeos eternos por doquier. Posiblemente, las épocas del The Loft no regresarán del mismo modo, pero mientras quede la peñita repartida estratégicamente por comandos clubbers y festivaleros y yo pueda sumarme como un sutil intruder a compartir su euforia, no todo está perdido. Ni de coña. Salgo de ahí pensado que estamos justo avanzando hacia el lado de la discreta, jodida pero digna y merecida victoria. ¡Esa peñitah, ese MULERO!

Llega la hora del cierre (tema delicado, el del viernes) y apenas he hablado del escenario PHONO, y eso que da mucho que hablar. Básicamente, por el eclecticismo que se respira debajo de la placa solar inmensa y torcida en el que se aloja, con un criterio impagable (da gusto ver ese medio paseo de cemento con el placote sun-addicted encima apuntando al mar mientras un montón de gente va pegando brincos y fricciona su cuerpo auspiciado por tracks que van del acid lentico al tribalismo descontextualizado porque me llamo Ben Ufo y mi business es hacer un poco de loquemedalagana-chachifunnytouch).

El cierre del viernes, tal y como caería en la cuenta una vez mis dos djs en observación & shake it till it drops ya estaban en sus respectivos stages (a saber, Maceo Plex en DIGITAL y el dúo Pan-Pot en STEREO) tomaría la trayectoria de un perverso boomerang: lo tiras con ganas pero la fuerza inicial es tal que regresa y te da en las costillas (tampoco en la cara ni en el bajovientre), sin dejarte KO pero sí con poco ritmo para seguir tu excursión por la montaña y alcanzar la cima que te han reclamado los tuyos. Hablando en Plata DGTL: pinchar después de Óscar Mulero, como les toca Pan-Pot, puede ser una bendición para lucirte con tu top secret vinyl only, tu técnica rollo, no sé, mi recién descubierto Yon Wook o, por contra, puede ser una maledicción, como si en un shooting para tu nuevo currículum el Photoshop te pone los ojos bizcos sin saber por qué cuando siempre se portaba bien con los retoques y eliminaba tu falta de frescura y tu sonrisa algo impostada (como esas chicas que siempre sale con la misma cara en los selfies de sonrisa extreme). Y Pan-Pot suenan repetitivos, tirando a lo facilón, incapaces por la propia gestión de sus tracks y sus producciones y recursos (+ tracks en la retaguardia) de reunir la energía suficiente para llevarnos a otro nivel.

Se cumple ese sentido común universal que tan bien poetizaron los taoístas: te dan el cierre de un escenario en un festival que hasta tiene antenas parabólicas junto al lineup de escándalo y en vez de petarlo quedas por detrás del que te ha dejado los platos. Y no es porque el otro se haya pasado de listo ni haya jugado sucio con ciertos temas o reventando bpms. No. Es una cuestión de, cómo decirlo, sensibilidad: una buena conversación debe fluir naturalmente. Por muchas cosas que quieras hablar sí o sí y te esfuerces en sacar curiosidades, datos o ideas llamativas (querer impresionar en una entrevista de trabajo acaba siendo el salto directo al esperamos seguir colaborando con usted en un futuro) no lograrás elaborar un discurso interesante entre todas ellas, ni tampoco llevar a tu interlocutor a un nuevo campo de conocimiento si vas forzando cuando llegas a un punto muerto o ves que estás aburriendo a tu interlocutor de turno. Ahí, ese boomerang.

Además de Pan-Pot, ¿tuvo Maceo Plex un retorno a lo boomerang en el cogote sound? Me temo que la respuesta es un sí bastante grande. Y es lógico, reflexioné acerca de ello cuando me di cuenta de que había una cantidad notable de tracks que, justamente los grandes djs, pinchaban en cada uno de los festivales. Dekmantel había tenido lugar apenas una semana antes y había varios artistas, como Marcel Dettmann y Ben Klock, así como Dixon o Ben Ufo, que repetían festival (Ben Klock pincha el sábado en DGTL y él mismo hizo el cierre el domingo anterior en Dekmantel, es decir, apenas 5 días y pico antes. Nada nuevo os digo si, entre medias, y por supuesto antes y después, Klock realizó algunos periplos más por Europa en un modo intensivo-boost pinchando por doquier all in.

ben-klock-giras-agosto-2016-fuente-resident-advisor

La consecuencia de este chute festivalero (incluso más exigente, diría, que encadenar una semana parecida pinchando en clubes) es un evidente estancamiento en cuanto a las estructuras de las sesiones, con la consecuente pérdida del efecto sorpresa —la tensión narrativa que tanto power tiene cuando las sesiones están planeadas a conciencia o, sí más no, la selección musical se ha reconfigurado con detenimiento y no cruzando carpetas  ni tirando de los recursos y efectos que por experiencia se sabe que darán el pego y bastarán para contentar en general.

 

DGTL Barcelona 2016Fundir metales con techno cerca del mar. Planazo de DGTL Barcelona 2016. Foto © Patricia Nieto.

 

La actuación de Maceo Plex en DGTL Barcelona de esta edición es el ejemplo clavado de que un dj está atravesando esta acumulación de fechas que le obliga a bajar el listón de cada una de sus sesiones para mantener un baremo medio ponderado correcto (y no tener que anular fechas). Si bien es recibido y bailado con ganas por un público impaciente para darlo todo till the end, Maceo Plex cae cada cuatro o cinco tracks en un comodín del temazo molón y, por mucho que pasen los minutos, la sesión podría cortarse y redistribuirse aleatoriamente y no podríamos decir si estaba en un punto anterior o posterior en su sentido original: porque no hay discurso nuevo, hay temazos. Está claro que el brillante productor y dj afincado en Barcelona ha volcado todo su esmero el último año en armar bien su sello Ellum (como hemos comentado, con nombres que son una apuesta de futuro y lo están demostrando) y en planear sus sets de referencia en su nuevo concepto Mosaic. Entre otros méritos, Mosaic ha sido (¡al fin!) el evento que ha logrado actualizar la imagen de Pachá Ibiza definitivamente tras el lastre Guetta y sus noches lalala porque soy famous —que las siguen haciendo, pero ahora hay vida más allá de eso. Guy Gerber hizo un apaño y un intento de cambio en 2013 con Wisdom of the Glove (lo explicó él aquí) y, tras haber movido la noche a otros clubes en los años venideros, este 2016 ha llegado Mosaic al Pachá de toda la vida  y ha regresado Gerber con Rumors al tinglado del Pachá Destino.

Volviendo al tema, el mejor Maceo Plex no ha estado este verano en los festivales ni en todos sus eventos esparcidos around the world. Mosaic ha sido el núcleo con el que ha trabajado y todo ha girado con ese punto de inicio. No quiero decir con ello que en DGTL Barcelona no montase un fiestón de cuidado o que no estuviese a la altura. Hizo lo que tenía que hacer, como mejor pudo y siendo consciente de su locura de verano profesional y amparado por sus atrevidos y llamativos tracks. Sus mezclas (con el beat por bandera y siempre marcando un chute y ráfagas de delays extáticos) hicieron el resto. Y eso, en su caso, es petarlo.

La expresión corporal suele ser una fiel compañera de las circunstancias mentales de cada uno de nosotros, y no es baladí que justamente Maceo Plex y Ben Klock estén mucho más bailongos e interactivamente festivos con el público en los últimos tiempos que no hace unos años, cuando su carrera se medía por cada track, beat y por cada noche que tenían delante. A día de hoy, para bien de todos, su trabajo se mide por tantos otros factores (sellos, producciones, etc) que hacen de sus sets algo menos único, más llevadero y del que se puede esperar diversión y buenos tracks, pero el acceso a experiencias trascendentes mediante sus sets en grandes festivales se han quedado en uno de los transbordos de algún aeropuerto internacional.

 

DGTL Barcelona 2016

DGTL Barcelona 2016 | Day 2

¡welcome to the hotty sábado!

Cómo quemar asfalto tú solo (no necesitas coche ni dártelas de listo acelerando rollo Back to the Future) con cada nuevo set.

Y fundir tus zapatillas al 100% para regresar a casa descalzo —¡puedes volver paseando por la limpia playa de la ciudad!*— *positive thinking mejor no ponerlo en práctica aunque salgas del DGTL a las 3am creyéndote el Robinson Crusoe del Techno. 

DGTL Barcelona 2016

 Una de las cosas que tiene Europa, qué os voy a contar, es que a veces aciertan en algunas decisiones que por las zonas mediterráneas somos algo más torpes en emplear debidamente. En otras no, claro, como creer que ir a la playa equivale, para todo tipo de pieles y tolerancia al sol, ponerte moreno y no rojo como un tomate. En lo que aciertan, y me ha costado unos años entenderlo, es en la tendencia que han ido siguiendo respecto a los horarios de los festivales. Empezar prontito por la mañana y cuando ya no se ve una mierda y una parte de la gente va muy torcida, cierras el tinglado y que cada uno se apañe con sus ganas de petarlo por ahí o, sabia decisión, ir a sobar con calma hasta el día siguiente. El hecho de que se acabe el DGTL Barcelona a las 3 de la madrugada es un favor que te hacen aunque no sepas apreciarlo del todo. Al cerrar, quieras o no te vienes un poco abajo, piensas en el palo que da ir a otro sitio en coche, que posiblemente sea una mierda, te das cuenta de que igual ya está bien de dejarte la pasta tolrato y que no es tan mal plan ir a casa a tomar alguna más pero that's all. Este año, de manera inédita, estuve fresh and ready los tres días de Dekmantel gracias, precisamente, a la complicación que suponía ir a la versión de noche y porque el festival de día (¡acababa a las 11 de la noche!) tenía un cartel potentísimo desde primera hora.

Pero claro, aquí Monegros nos educó muy mal, y eso de intentar cambiarlo a dos días y con un lineup pretendidamente underground llegó tarde y failcancelled!.

 Y eso cerraba muy, muy tarde. Una maratón desde las 17h hasta como las 14h sin parar, y siempre de menos tralla a toda la carne en el asador y toma y daca. Y eso, para qué engañarnos, no solía acabar bien. Pero tenía su qué, y luego siempre de vuelta te encontrabas raves en formato micro por las gasolineras que te ibas cruzando por la autopista. Es decir, ¿tantas horas seguidas de festival merecen la pena? O, mejor pregunta aún (muy europea), ¿se puede hacer mejor? La respuesta es sí, claro, dispersar la crew en el momento en el que el esperpento se está yendo de madre y reunirlo cuando unos cuantos la han liado a saco y luego han caído en combate por entre los garitos de la ciudad, en los bancos, plazas, jardines, en el piso de alguien que conoce a alguien, etc. Pero, joder, si tienes una crew entrenada y poco dada a eso de que la manden a casa a las 3, y que se va a la afterparty en el NITSA, y luego véte a saber y luego en esas que llego al DGTL Barcelona el sábado y veo como un ajetreo respecto al viernes bastante más exuberante. La peña va más rápido de un lado a otro, el triple de gafas de sol, de vez en cuando aparece alguien perdido por ahí como buscando a) el baño b) a alguien c) ¿extraterrestres?

Pero tampoco nos alarmemos, que haya bastante gente sin dormir en DGTL Barcelona y que estén como intensos por ahí podría ser visto como uno de los síntomas positivos de la vitalidad y energía de esa generación de jóvenes con ganas de comerse el mundo y disfrutar la vida cada momento, y con ese calor no hay quien duerma, joder. De hecho, el mood festivalero sigue siendo agradable, curtido, y el desmadre no reina por doquier ni tampoco los torpes cánticos de machos ebrios, como tampoco se han tumbado ni un milímetro las estructuras metálicas que hacen de satélites, robots, carteles, antenas y los escenarios y dispositivos que DGTL Barcelona ha desplegado para esta segunda edición.

DGTL Barcelona 2016 → Sábado ✔ (orden random): Âme B2B Rødhåd — Ben Klock — Marcel Dettmann — Hot Since 82 — John Talabot — N'TO — Robert Hood — Tama Sumo

 

Vamos allá, second round en buzz mode:

 

Este Second and Last Day, además de que una parte de la plantilla clubber techner acusaba el hecho de haber mantenido los ojos sin cerrar durante too many horas, en lo musical y con el precedente pro del día anterior la liga está ganada. Siguiendo el trazo de una serie de artistas, aunque uno te guste más o menos o quieras descubrir alguno nuevo, no hay fallo. Y ese es el gran valor de DGTL Barcelona 2016, su dirección no juega a la ruleta rusa con artistas de moda rollo a ver si damos en la diana y es uno de esos que mueve más peña, que tienen muchos fologüers en interné y a los jóvenes eso les mueve en tropel, eso he leído y me dijo mi sorbino que hace breik dans. 

Pregunta técnica, a lo wow, mierda, lo veía claro sobre el papel, en la pantalla del iPhone, pero ahora que ya estoy listo para un torrente de temazos estratosféricos veo que no he sido realista, ¿cómo xxxx coinciden tantos en tan poco tiempo y he llegado tan mal que haga lo que haga me voy a quedar a medias en todos porque me negaré a quedarme en un solo stage? Porque entre Talabot, Hood, Tama Sumo y un resquicio de N'to, ¿which one is the place to start?. Y haciéndome la pregunta con la solana invadiendo el cementofloor, me doy cuenta de dos cosas: esa jodida sensación que nos persigue en loop a casi todos en estos tiempos de no querer perdernos nada o, dicho que suene todavía peor, el ansia y la casi obligación predominante que nos impele a verlo todo. ¿Sí? No. A ver, vamos, que tengo que espabilar y decidir pero ya (la impaciencia, otro hitazo) por dónde meterme y si encuentro alguien en la esfera satelital. El sábado, sinceramente, no estoy tan fino como pensaba; la semana, con Midland de por medio y mi primer Dekmantel apenas a 6 días atrás en el calendario, me ha dejado un barniz de cansancio físico que reverbera entre columna, columna, rollito veggie de mozzarella y parabólica compitiendo con la archimencionada placa solar refrubrished. Respiro hondo, asumo este mensaje interior algo adverso y me digo, nada de victimismos, palurdo, aquí tienes el milagro electrónico de agosto en Barcelona y ante eso debes estar a la altura. Baila, muévete. La frescura de aire escasea y el ajetreo del Mood DGTL de los no dormidos deciden por mí: empiezo por Tama Sumo y su cercanía al mediterráneo llamada Phono stage está funcionando la mar de bien. Este escenario es apto para diletantes en general (gente, así, en general, sin más) y agrupa también a la vasta tropa de hipsters que no pueden reconocer —por alguna disfunción relacionada con la imagen que tienen de sí mismos que les hace seguir escuchando techno haciendo como que les mola pero sufriendo en realidad por el aburrimiento y una falta de flow protuberante, calentando la birra en la mano y soportando pinchazos intermitentes de origen desconocido cerca del cogote.

 

Llegado a la zona del escenario, con un gentío festivo y bastante relajado haciendo piña y balanceando cuerpos y cubatas, focalizo a Tama Sumo y ahora la situamos en dos líneas. Entrando, foto softphuturist aesthetics que no envejece mal y le da un toque clever que siempre cuesta encontrar uno que parezca propio y no el anuncio de una óptica en plena temporada de rebajas-cool.

Tama Sumo — DGTL Barcelona 2016

 

Tama Sumo, quizás una de las residentes de Panorama Bar/Berghain más tardíamente conocidas a escala internacional y más allá del Templo (eso no tiene nada que ver con su bonität), es (también quizás) una de las productoras y djs que más fácilmente saber escabullirse de un estilo para saltar a otro y de golpe diluir el sonido berlinés o esos rasgos ariscos, tendenciosos a lo darky, y revertirlos hacia sonidos house/dub de otra alcurnia e ideales, of course, para darlo todo en esas cuatro horas iniciales que todos los djs tenían en Panorama Bar. Rememoramos su compilación de 2009 en Ostgut Ton, y este quote del reseñista de RA Ryan Keeling que define para enmarcar lo que se traía entre manos Tama Sumo:

Panorama Bar 02 — Album Cover

 

«Strands of techno, dub and disco all flesh out the core house music skeleton.» Ryan Keeling Panorama Bar 02 by Tama Sumo| Resident Advisor Review

 

 

Pero Tama Sumo, como bien apunta el citado review de 2009 y todos aquellos que la han ido descubriendo a lo largo de los últimos años (yo, entre ellos), ha preferido mantenerse en el eclecticismo propio del sibarita que no se debe a nada ni a nadie y cuyos sets, si bien desprenden un mood más bien open-minded, fresquitos y con muchos chutes de clásicos, casi funcionan mejor (o piden a gritos) un pitote como el de Phono. No es que sean menos clubbers, es que la parte más fresca del clubbing selecto (por no decir underground o alguna palabrucha del estilo, demasiado oxidadas) han permeado de tal manera el imaginario de los jóvenes urbanitas (y las revistas de tendencias, los vídeos hedonistas semi-openair-viva-la-electrónica) que todo el mundo ve como qué mejor idea podían tener los del DGTL Barcelona que a Tama Sumo avanzando track a track hacia el atardecer el Fòrum, auspiciada por el rollete festivo que he comentado ya como unas 20 veces. 

El escenario Phono no es mi favorito, pero es clave en un festival de electrónica que pretende llenar con calidad y carácter los escenarios que no acogen los grandes nombres (en términos de música de club y alcance mediático). Por eso, que el DGTL Barcelona tenga a figuras como Fort Romeau, Tama Sumo, Marc Piñol o Ben Ufo concentradas en un escenario pro (y con sombra) y que el público del festival lo entienda correctamente como un escenario adecuado para el mamoneo flow (sin desmerecer a los artistas ni al escenario, of course, sino como botella de oxígeno al traca-traca) es hacer las cosas bien, dejar huella y generar marca.  Poner escenarios de calidad en vez de zonas chillout se dice en una sola frase pero para muchos es más bien un chiste: «¡JA! Para qué pagar otro escenario y meter nuevo lineup si puedo poner unas mesitas, sofacas acolchados y un hilo de música ambient en directo con un tío que me sale por cuatro duros todo el día y enima lleva gorra negra y mirada de intenso?». Y en DGTL Barcelona dicen...ehm, no. Ambient de pandereta y zonas lounge por las buneas, not in my placa solar. #FullRespect

DGTL Barcelona 2016

Talabot: nuestro local heroe adorado sin concesiones y tan fiable como el todoterreno Lada Niva made in U.R.S.S. Injustamente, en su momento, el Lada Niva parecía un coche poco capaz de correr más que los otros o, sencillamente, en Occidente se veía como un coche más bien anecdótico, algo atractivo, pero poco más. Pero, entonces, unas décadas más tarde, vino Pitchfork aka las pijadas de los Land Rovers, fastuosos Hammers y demás, y resulta que, por las prisas en la fabricación y la cantidad de componentes electrónicos que tenían, daban fallos bastante a menudo y, encima, eran muy caros de reparar. Pero no todo el mundo había enviado al desguace su coche antiguo: aquellos que no se habían dejado amedrentar por la ostentosa moda del todoterreno supercochepro, habían recorrido mucho mundo con su Lada, ajustándole las piezas, cuidándolo como una parte de su cuerpo al desplazarse, y descubrieron nuevas tierras que no se podían conquistar con rapidez ni yendo demasiado rápido: la ruta más prometedora, de hecho, solo se podía encontrar en una carretera cubierta de nieve solo transitable en invierno. Al final del recorrido tenías el laureado pueblo de Axel Boman y el condado Flügel, y un sin ƒin de posibilidades que ningún Porsche Cayenne comprado a plazos podía tan siquiera llegar a imaginar.

Volviendo al DGTL Barcelona 2016 y aclarando que comparar a un dj con un coche, por muy bien parado que salga, no tiene más pretensión que darle un toque de humor saliendo de la tangente clásica de "pinchaba como los dioses", "encadenaba grandes hits", "tenía al público en sus manos". Porque, en el caso de John Talabot, todo esto es cierto y lo fue también en DGTL Barcelona, y lo que más buen rollo me dio de todo ello es la absoluta naturalidad con la que apareció, reventó, fue adorado y cerró like a gentleman. Es decir, es como si ese estigma rancio y por fin cada vez más obsoleto que obliga a los djs de nuestros lares a warm-upear o a ubicarse donde les dicen tras poner "a los grandes" en prime time hubiese sido una pesadilla cruda (de esas que te despiertas y crees que todavía estás soñando con grutas y agujeros negros) orquestada por algunos cowboys del oeste un poco pasados de vueltas y deslumbrados por el trote de un caballo con dopping del guarro. Como detalle sexy, el pedazo de par de tracks que Talabot se sacó from his mind to flow bajo el alias Parple. Un Lada intervenido con sillones que te masajean la nuca, luces rosáceas, lilas y un soundsystem bien calibrado que siempre pones en la misma salida de la Ronda de Dalt: tu ritual sagrado para cuando te escapas por tu cuenta y recorres tanto bares de carretera como asilvestrados paraderos con sábanas blancas y desayuno en la habitación: idea de olla totalmente gratuita, como cuando los djs de boda suben y bajan el volumen en los subidones.

 

 

Robert Hood es, junto a Maceo Plex, Ben Klock y bastantes otros, uno de los artistas que lleva un tute tremendo este verano. En Dekmantel todo el mundo quedó encantado y sudado con su sesión, que yo no vi por estar en otro lado (perdido por la zona de los bosques y no en la carpa technera de UFO). Me sentí mal por haberme perdido este Detroit Legend, así que procuré acercarme lo antes posible dentro de mi dispersión de sábado al escenario STEREO, a petarlo. Si soy sincero, y no sé realmente si es cosa mía o de más gente (no contrasté posteriormente opiniones como es debido, en sobriedad y con calma), pero su set me pareció caótico y con algunos clásicos algo trillados que no me llevaron demasiado arriba. Puede que Hood viese que después de él todavía quedaba la plana mayor del techno, y al ver que era open air y que el público era variado, quizás optó por suavizar y airear el set sacándolo del techno ortodoxo y jugando con clásicos más houseros y temas algo más evidentes. Puede ser, who knows. En todo caso, el disfrute de la gente era evidente y en este vídeo que tengo en exclusiva la cosa queda también documentada. Hey, ojalá este tipo de caída de expectativas fuese lo peor que puede pasarle a alguien en un festival en cuanto a música.

 

 

Hemos hablado de Ben Klock, pero todavía no de Marcel Dettmann. Hay como una confusión poco relevante respecto a quien pinchará primero y quien cerrará el STEREO stage finalmente. En el papel cierra Klock y finalmente así será. La relación de Marcel Dettmann y Ben Klock, además de remontarse a tiempos en los que apenas se hablaba del techno berlinés en nuestras tierras (con la misma efusividad e idolatría con la que lo hacemos ahora, quiero decir), fluye como el Yin-Yan taoísta y oscila de forma inesperada, ya sea en sentido musical o estético.

Como evidencia esta pieza que ellos mismos compartieron en redes, las interrelaciones estéticas son más que plausibles. Hace unos años, Dettmann y Klock tenían aspectos contrapuestos: Klock el pelo corto y siempre muy en forma, Dettmann algo más corpulento y el pelo largo... Klock llamaba la atención de los bookers internacionales con más frecuencia, etcétera. Pero, con los años, estos rasgos-hechos han ido variando hasta la actualidad. Sus B2B siguen siendo escasos pero cotizadísimos y parece que Dettmann se ha sumado a una estética más convencial (si es que alguna vez no la tuvo, recordemos que los techners berlineses son devotos de la sobriedad, casi tanto como pasarse más de 10 horas pinchando en las tinieblas del beat).

Por alguna razón poco justificable, mi impresión respecto a sus dos estilos estaba ya oxidada y en DGTL Barcelona tuve a bien el poder actualizarla y confirmar lo que Dekmantel, una semana antes, había apuntado ya. Antes de DGTL Barcelona pensaba en Klock como un dj más fresco y capaz de mantenerse algo más alejado de la tralla berghainer, repartiendo un techno impoluto tanto a nivel técnico como ajustadísimo al clima y a la hora dentro de sus sesiones. Por contra, a Dettmann lo tenía como un dj más lineal, con atrapadas más constantes y algo más difícil de digerir. Pero en DGTL Barcelona 2016 fue Marcel Detmann el que derrochaba soltura y giros que nos rompían vertebra a vertebra nuestras maltrechas espaldas. Aquello era pura diversión y (re)descubrimiento de temazos casi sin cesar. En cambio, Ben Klock, quizás en parte por lo que he estado apuntado antes en la parrafada dedicada a analizar su agenda de la semana, tiraba más de tracks estáticos, más conocidos o redundantes y parecía menos ágil a la hora de jugar con los platos. Ello no quita que un festival que cuenta con ambos para los cierres de su espacio techno no haya logrado uno de los mejores y más envidiados aciertos a la hora de programar. Bendito Berghain, la Masia del Techno del siglo XXI.

 

Âme B2B Rodhad Cartel DGTL BCN 2016

 

El B2B entre Rødhåd y Âme, presentado como algo muy poco habitual y con senda curiosidad circulando en las redes los días previos (como modesto ejemplo, en los comentarios de mi post de redes con la previa) prometía fiestión. Y lo fue. la primera vez que escuché hablar de Rødhåd fue en boca de Alejandro Vidal, hace ya varios años. Y lo primero que escuché fue un delirante y magistralmente opresivo Boiler Room que recuerdo minuto a minuto de la cantidad de veces que lo hice sonar y se lo ponía a los colegas para explicarles que esta gente de Berlín iba muy en serio. Fundador del épico sello Dystopian, que ha editado crême desde sus inicios y que lanzó (por ejemplo) al Recondite más psicótico y excelso que recordamos, Rødhåd es la encarnación personificada de la ola de djs (quizás ya no "nueva generación", el tiempo pasa para todos) que ha sabido continuar la herencia del techno berlinés. Por actitud, por destreza, por estilo, por rigor, por tenacidad y por saberse mover dentro y fuera de la ciudad. Su evolución es tan fascinante como una incógnita saber qué nos depara su estudio y su maleta para pinchar cada año que pasa. De hecho, este mismo B2B con Âme es un ejemplo ideal del dicho inventado ahora mismo los caminos del beat de los djs berlineses son inescrutables y no solo techno. Porque, si hacemos memoria, recordaremos con onfireismo el cierre de una de las dos noches del Sónar 2016 (bendito escenario Resident Advisor) que se marcaron Rødhåd y DVS1 en un B2B que (ahora sí que sí) fue puro techno. Con Âme, uno de los djs de culto-celebrity de mayor alcance y trayectoria que tenemos en el panorama, la cosa pintaba muy cañera, bailable y divertida. Y así fue. Repartieron hits del momento, se rieron y nos hicieron gozar siendo los dueños del asunto. Eso sí, he escuchado comentarios posteriores algo críticos (que tienen su lógica pero que no comparto): los que gustan del deep y de un rollo Innervisions lo encontraron demasiado techno, y los que son modo techneros pro  se acabaron aburriendo por no ser suficientemente duro. Sin embargo, creo que todos aquellos que habitamos en la eclosión de géneros, y que precisamente nos gusta que de vez en cuando nos zarandeen por todas partes en una misma sesión, disfrutamos al límite de la sobredosis hitera y les hubiésemos dejado quemando altavoces y haciendo temblar el cemento hasta el amanecer and beyond.

He dejado adrede a Hot Since 82 para el final de esta delirante crónica con un delay sin precedentes en cuanto a la fecha de su publicación. Me preguntaréis por qué (o no, pero lo cuento rápido): tengo una devoción por algunas producciones de Hot Since 82 (no todo, el rollo más ibizenco housete no me tira especialmente, pero temazos como Planes & Trains me han cambiado la vida) y temía, en cierto modo, que como dj no fuese nada del otro mundo. Ya sabéis, el cuento de siempre: ser un productor impecable de deep y tech-house con tirón por el rollo comercial no garantiza para nada ser un dj con gancho y capaz de sorprender más allá de los top de beatport y alguna que otra joya pinchada de refilón. Pero no fue así, Hot Since 82 se marcó un set a la altura de las circunstancias, precisamente el set que esperarías de los que están más arriba en cuanto a celebrity mode se refiere y que suenan everywhere y everytime.

Recuerdo el momento epifánico en el que subí la cuesta hasta situarme en las alturas de la parte trasera del escenario para tener una visión 180º del festival. Hot Since 82 capitaneando el escenario AUDIO, Ben Klock en el STEREO con su closing y, a lo lejos, los destellos que salían por entre las columnas del stage con el closing de Nina Kraviz. Los más freestylers, pasado el puente con una instlación luminosa que dio mucho de sí, acabando de liarla en el Phono Stage con Boris Werner. Sonreí y dejé que la piel de gallina y una sonrisa con sabor a cansancio se asentaen durante unos minutos. Por fin el cemento y el metal del Fòrum habían encontrado su verdadero sentido. Salvo estos dos días (y alguno más), esta zona de Barcelona representa la decadencia del modelo especulativo que ha trufado la ciudad con infraestructuras innecesarias y un tipo de viviendas (caras, frías, excesivas) que los barceloneses ni podemos permitirnos ni sentimos como espacios pensados para nosotros. El Fòrum y su placa solar son el ejemplo paradigmático, pero en DGTL la placa sirve para hacer sombra y no para hacer el panoli vendiendo una ciudad cosmopolita y artificial. Han tenido que esperar más de 10 años, pero por fin hasta los guerreros de Xi'an pueden sentirse orgullosos de su paso por el Fòrum de Barcelona.

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Las imágenes del DGTL Barcelona 2016 que juegan con este texto son obra de Patricia Nieto Madroñero. Enorme trabajo, agradecimiento infinito.

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◈ DGTL Barcelona 2016 ya ha confirmado su próxima edición el año que viene, los días 11 y 12 de agosto 2017. ¡Bless The Date!