Augusto Taito — You Play I Write 36 tras su debut en Chapter Records
«La música habla sobre el artista, el artista no habla sobre su música». Toda una declaración de intenciones y actitud de Augusto Taito, productor y dj argentino residente en Florencia que ha firmado recientemente EP con Chapter Records, sello de perfil techno, cuidado y auspiciado por Anika Kunst.
A raíz de su último EP, fascinado por el poder mental del release, trazamos esta colaboración para bosquejar entre beat y baile el trabajo y la trayectoria de Augusto Taito, cuya seriedad y rigor, como bien encauzaba la primera cita de este post, casa con el techno que busca que la música vaya por delante del artista, y no al revés. Porque, como afirma Taito, cada uno se expone tanto como quiere y eso, en cierto modo, puede quitar seriedad al propio género y convierte el artista en un mero producto visible y listo para consumir, sin importar realmente qué hace o deja de hacer con su música.
Al igual que otros productores que se exigen al máximo, la búsqueda de Augusto Taito es producir tracks «que perduren en el tiempo». Porque, para el fast-food electrónico ya vamos servidos, y más en tiempos de Covid, en el que cientos de miles de productores aprovechan para lanzar en las redes todo tipo de mixes y contenidos que, al carecer de filtro, engrosan directamente las filas del ruido en la red.
No es por ponerse purista en sí, pero tampoco es bueno olvidar u obviar esa seriedad de la que habla Augusto Taito, y que servidor suscribe. En este sentido, además de seriedad, que no debería tampoco ocupar más espacio en estas líneas, la intensidad y una pizca de melancolía son, en este sentido, otros estados que el productor de Broken Bond plasma en su música. Sin embargo, la calidad no funciona como un patrón, de ahí que para Taito sea imposible que los tracks que produce se parezcan entre sí. Cada pieza es única, y suena en función de aquello que siente y piensa cuando está en el estudio, diferente cada vez.
Augusto Taito y el arte
La vinculación de Augusto Taito con el arte no se centra únicamente en el techno, y alcanza mucho más allá de la música en general. De hecho, Taito no escucha prácticamente techno en su día a día, y sí, en cambio, se nutre de muchos otros estilos y géneros. Su aprecio por las artes alcanza tanto la pintura como la escultura, así como las artes escénicas. Al vivir en Florencia, es fácil imaginarle empapándose de todo aquello que le rodea, extrayendo inspiración, belleza e ideas de cada rincón de la ciudad. De pequeño, cuando a Augusto Taito le preguntaban qué quería ser de mayor, respondía que pintor. De mayor, es músico y, además, ha también trabajado como actor de manera profesional. Su carrera podría denominarse así como multidisciplinar, y su vínculo con el arte es, pues, algo que va más allá de su estudio.
Los comienzos de Augusto Taito y su llegada a la electrónica
No sabemos si los melómanos nacen o se hacen, pero sí los reconocemos cuando hablan de cómo comenzaron. A los 14 años, Augusto Taito tocaba la batería y se crió, como afirma, muy cerca del sonido percusivo. Taito cita a bandas como Santana entre sus referencias habituales y suscribe que, conceptualmente, son iguales que el techno. Al tocar la batería, su melomanía alcanzó su cenit, tocando todo tipo de géneros musicales: jazz, disco, funk, punk, reggae, rap, samba, incluso rock, heavy metal, metal progresivo o stoner. En este sentido, su debilidad reconocida es la música de los ochenta.
Al definir la música techno, Augusto Taito lo enmarca entre la introspección y la mirada futurista: «la repetición de sonidos hace, en conjunto con otras sensaciones desprendidas de dicha repetición, una pieza atemporal que, para aquel que la aprecia, brinda una experiencia sonora única».
Sus comienzos como DJ se sitúan a la edad de 16 años, cuando comenzó a pinchar con amigos. No sería hasta los 22 que comenzaría a investigar las posibilidades de Ableton, ya que sentía que sabía leer y escribir pero le faltaba papel y lápiz. Le interesaba, por aquel entonces, el techno minimal, y su profesor estaba entre el tech-house y el progressive. Y, entonces, llegó alguien sustancial en su vida, que le impulsó al cambio y al aprendizaje profundo. Cuando su estilo viró hacia el techno, Michel Lauriola fue convirtiéndose en padre y mentor de Augusto Taito, ayudándole a definirse como productor y dj profesional.
Augusto Taito’s best memories
Al preguntarle por actuaciones que recuerde con especial cariño, Agusto Taito cita un Showcase de Credo en Under Club (Buenos Aires) que, según he podido averiguar, fecha de mayo de 2017 —hace justo tres años—, con Alex Blau (fundador de Credo) y el mencionado Michel Lauriola. La relación de Augusto Taito con Alex Blau y Michel Lauriola va más allá de la cabina, y su amistad, junto a la localización y el sonido, hicieron de aquella fecha algo sin duda memorable.
Otra cita especial para Taito fue su debut en Europa, concretamente en una noche del sello Devotion Records en Barcelona, en la que compartió escenario con grandes artistas.
Augusto Taito en el estudio
A diferencia de muchos otros artistas, Augusto Taito disfruta produciendo bajo presión, y cuando se sienta a crear deja que las cosas fluyan sin encerrarse en ningún parámetro, salvo que su trabajo esté destinado a un label concreto. En cuanto a hardware, cuenta con una placa de audio y una Roland SE02, así como algunos plugins de Ableton, aunque lo que le gusta es trabajar con instrumentos.
Referencias de Augusto Taito
En cuanto a artistas y sellos que le inspiran especialmente, Taito menciona la siguiente lista, aunque insiste en que no puede ser encerrado en un solo estilo: