Carnaval warehouse: disfraz de vinyl only con Techno ¡IN THE DARK!
¿Existe el disfraz Techno In The Dark? Of course not! Es una pregunta intruder que entraña en sí misma un oxímoron que suena peor que si pinchas un track bajado de youtube y convertido en mp3 en la majestuosidad del soundsystem que The Warehouse BCN ha logrado desplegar estos últimos tiempos. ¿Para qué vas a desperdiciar algo así? ¿Acaso se reconoce a la gente que baila dándolo todo a oscuras por su disfraz? Mira, este va de Roland 303, el de la esquina se ha disfrazado del smiley del Acid House y ese grupo que va como dando vueltas por la sala, en plan rezando electrónicamente, están rindiendo tributo a su sello del momento, adorando al beat de Rhythm Cult. Espera, ¿y ese de ahí, qué, se ha disfrazado de pistolero techno o qué? ¿Tan electrónicamente memorable se ha convertido el 25 de febrero?
Se abren las luces de la sala y todo el mundo, con o sin disfraz, y ahora in the light, te mira muy malrolleramente, haciéndote sentir que has metido la pata, señalándote mal como si fueses un maldito used-second-hand-EP-stock-available con envío más caro que el precio del EP nuevo y con funda de porcelana. Pero, el pistolero techno tiene razón de ser, y además histórica:
El 25 de febrero de 1836 SAMUEL COLT patentó el REVÓLVER (con el nombre de su ingenioso apellido, COLT) — Wikipedia Dixit
De nuevo, silencio en la sala. Extrañamente, aunque justificable por algo así como el cambio climático, se pone a nevar. Que nadie se confunda, no en plan temático, como las fiestas techno de la descarriada periferia barcelonesa en las que van haciendo con ilusión y fervor fiestas temáticas para pasárselo todavía mejor (buah, es que pegarme el farrote tópro de siempre, pero cambiar el decorao, tío, y que parezca que estamos en el bronx/en Port Aventura/en otro sitio que se parece pero es otro, buah/en un decorado de bollywood (eh, y quedárte loco viendo ahí un pivón rollo bailando como bishnú en corsé y luego a un Buda haciendo break dance y arrimándole cebolleta qué, eh, lo más. Que los monjes rapaos, poca broma con eso, que entrenan en plan desde niños, nunca duermen y hablan con las piedras, el mar y entre ellos pero sin decir nada, ni whatsapp, en serio.
Vanity, en serio, deja de alargar la intro con loops y delays de cuando pinchabas en iPad y dale al PLAY. A no ser que sean temazos, tira millas, va. Recapitulemos:
Este 25 de Febrero 2017, el sello Rhythm Cult (que sigo, admiro y conozco gracias a Paul Loraine) lanza su residencia mensual en The Warehouse BCN con su repertorio más techno hasta la fecha. Nievan beats legendarios y aterriza en Barcelona el sueco Samuel L. Session, cuyos tracks sonaban antes de que servidor se plantease tan siquier tener unos altavoces en casa más grandes que los que venían gratis con el ordenador. Como si de un alúd de techno nórdico se tratase, al que solo lograremos surfear bailando a oscuras, Samuel L. Session firma la cuarta referencia vinyl only de Rhythm Cult.
BUENO, VANITY, TAMPOCO TE ALARGUES MUCHO MÁS QUE SE HACE ABURRIDO, EN PLAN INVITACIÓN GRISÁCEA, SIN FLOW.DILO DE UNA VEZ, O PON de nuevo LA IMAGEN DE CABECERA QUE, ADEMÁS, LO PETA.
Pincharé la noche de presentación del nuevo release de Samuel L. Session en The Warehouse, gracias a Rhythm Cult y Fake Out Records. Para los que somos felices dándolo todo en primera fila, gritando el nombre de los temas como si fuésemos un shazam orgánico y afónico, o que solemos dormir abrazando los altavoces en actos de solipsismo electrónico-erótico poco reconocidos, poder pinchar en un evento así es como para quitarse el disfraz.
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