Fernando Lagreca y su Infamous: nuevo live sobrado de ideas (y un álbum ecléctico y fresco para este hard summer)
No hay confinamiento que pueda con Fernando Lagreca ni bajón que su música no pueda superar. Una breve crónica de su nuevo live basado en su último álbum Infamous.
Sin apenas vacaciones, destinados a disfrutar de aquello que nos ofrecen nuestras respectivas ciudades —que no es poco, aunque haya que aguzar los sentidos electrónicos—, la semana pasada me dejé caer expectante por una súbita presentación en Barcelona. Fernando Lagreca ofrecía en directo su nuevo live, basado en su último álbum Infamous (Beautiful Accident, 2020). El lugar del encuentro fue Espai Niu (en petit comité por motivos vinculados a la movida COVID-19 que nos trae de cabeza) y, además de entrañable y esperanzador, me acabó de situar ante este artista hiperactivo que rebosa ideas, tanto en la pista como en el mundo de la industria musical. Retrocedamos un poco: Fernando Lagreca lleva décadas de trabajo electrónico, y durante este confinamiento no tardó en lanzarse al Zoom a ofrecer charlas estimulantes acerca del negocio musical entendido desde una perspectiva profesional. Mientras todos andábamos a la desesperada, encerrados en casa, él ya tenía el speech ready para calzarnos un buen chute de ánimos. Y, ahora, lo hace de nuevo, esta vez organizando el que ha sido posiblemente uno de los primeros lives tras el hard confinamiento en la ciudad. El lanzamiento del álbum cayó en fechas terribles, a mitades de abril, y pacientemente, como un buen sensei, ha esperado la oportunidad para lanzarlo a rodar. Apenas unas semanas después de la llegada de la new normality o cómo queráis llamarle al cristo que tenemos montado, Lagreca nos embalsamó a prueba de malos rollos con un live original, un viaje por múltiples géneros y tracks sostenido por saltos melódicos y súbitos giros armados desde sus máquinas.
Con la mascarilla bien puesta, firmada por la diseñadora de quality extreme DeJaïreta y una fresh beer en la mano, gocé como un niño pequeño del espectáculo. Algunos sabréis que suelo moverme entre el techno y los ritmos rápidos, por lo que un chapuzón en el hip-hop más aguerrido o el drum ‘n’ bass podría dejarme fuera de lugar. Pero la sensibilidad multigénero de Lagreca y la construcción de su live es altamente inclusivo, sencillamente te dejas llevar del beat a la voz y del house al techno. Entre track y track sonríes, te relajas, respiras a través de la tela de algodón y dices: suerte que nos queda gente como Lagreca y sus proyectos. Que ni con COVID-19 ni en mitad de una crisis dejan de crear, inspirar y compartir aquello que gozan.